Lo de estirar las piernas se ha convertido en una ruta con todas las letras
Hemos salido Emilio, Pedro y yo; al poco de salir nos hemos encontrado con Nacho y un amigo que volvian hacia casa. Tras pasar por el Galacho de Juslibol y sus sendas hemos subido a la Atalaya de Alfocea y luego la bajada por el campo de maniobras hasta el pueblo (con baño de lodo incluido para Pedro jejeje). Al llegar al galacho de vuelta me han enseñado una senda por las zarzas.
La semana que viene otra vez