Miradores de Ordesa - Edición 2021 SPQRDatos objetivos (según mi Garmin):Distancia: 56,50 (aprox.)
Desnivel positivo: 1733 Garmin (1757.8 mts. IBPIndex.com)
Temperatura: entre 8ºC y 29ºC (Media 15,4ºC)
Velocidad Media: 12Km/h
Viento: Flojo, al principio, arriba fue arreciando.
IBP Index: 105
Crónica II6:00a.m. Suena el despertador. ¡Quién dijo pereza! Lo cierto es que en mi caso, en jornadas anteriores a una ruta planificada, sea oficial u oficiosa, me cuesta mucho conciliar el sueño, así que sonó el desperador, pero sin él, el resultado hubiera sido el mismo.
Desayuno, repaso de última hora y meto todo el material en el maletero del coche. Siempre un montón de herramientas, ropa, cachivaches varios, para luego no usarlos. Mejor prevenir que curar. (
Dicen que hombre prevenido vale por dos, así que ¿quizá sea por eso por lo que subiendo rindo la mitad?)
6:55a.m. Los alrededores de la Plaza de Europa están todavía en fase de despliegue callejero y recojo a nuestro anfitrión (
Mr. Pi o
3,14159265358979... y ya no me sé más). Carretera y manta.
8:45a.m. Llegada al parking de
Broto y nos vamos juntando todos los voluntarios sufridores dispuestos a patear los pedales hasta que no tengamos más que cielo por encima de nuestras cabezas. Ahi nos juntamos los diecisiete con sus treinta y cuatro pares de piernas y la mitad de corazones dispuestos a latir para alimentar músculo tras músculo hasta la cima del mundo. Siento no pasar lista porque no quiero olvidar a nadie y de memoria seguro que lo hago.
La intención inicial era hacer un par de grupos para dividir al personal e intentar respetar al máximo posible las medidas sanitarias recomendadas con la inestimable e indudable buena intención de mantener a raya a nuestro querido compañero de viajes de estos últimos 14 o 15 meses: don
SARS-CoV-2.
La intención era buena, pero no sólo de intenciones vive el hombre, así que al final (o más bien al principio ya) se hicieron por sí solos 17 grupos de una sóla persona cada uno. Pero bueno, mejor sólo que mal acompañado.
9:19a.m. Carretera y manta. ¡Vamos allá! Salimos en dirección a
Sarvisé por la carretera, desde dónde nos dirigimos a
Fanlo por la HU-631. Todo este trayecto asfaltado por carretera, mientras íbamos sumando los primeros kilómetros de andadura y metros de desnivel. A la entrada de
Fanlo, en el
Parking Barranco Gloces hacemos nuestra parada de rigor de reagrupamiento. Una vez todos reunidos nos tiramos a tumba abierta cuesta abajo, no siendo del todo conscientes de que lo bueno se acaba pronto, así que en cuanto llegamos al cruce hacia
Nerín, nos encomendamos al santo varón de la tija y el pedal y frente a nosotros empieza la subida al coloso de piedra.
Primer tramo de asfalto aún, hasta
Nerín, desde donde empieza la pista, en bastante buen estado por cierto, hasta lo alto de los
Miradores. Algun jovenzuelo apretó los dientes y se fue para arriba como alma que lleva el diablo. No sé si llegó a cumplir su objetivo de entrar en el podio de honor, pero aún le quedan años por intentar superarlos y superarse.
Otros, los más, nos conformamos con controlar nuestras pulsaciones y nuestras fuerzas para conquistar nuestro objetivo, sino tan pretencioso, sí tan valorable, como fue el de subir hasta arriba sin desmayo, y con todas nuestras vísceras en su sitio, sin sacar los higadillos, ni desbocarse el corazón. Después de horas, minutos y segundos, todos ellos interminables y tras paradas, cada uno donde estimó oportuno:
Fuente de la Fueva,
Cuello Arenas, y otras paradas obligadas para respirar y alimentarse y coger fuerzas y moral. ¡Si nos obligaran a hacerlo!
Después del esfuerzo vamos llegando arriba, poco a poco, gota a gota, grano a grano vamos haciendo granero. Unos, los más valientes, todavía se atreven a intentar adentrarse con la bici por la pradera hacia el Mirador de
Sierracils, otros se llegan hasta allí andando y alguno que otro, entre los que me incluyo, pasamos olímpicamente. (Yo estaba muerto de frío, porque con lo listo que soy, y después de preparar mis bártulos a conciencia, me dejé el abrigo en el coche, para que no pasara frío, el abrigo, claro; yo sí lo pasé).
Unos más y otros menos fuimos avanzando y cresteando para recorrer la pista que recorre la arista sur del
Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido (Más info:
https://es.wikipedia.org/wiki/Parque_nacional_de_Ordesa_y_Monte_Perdido) y acercarnos al resto de miradores y contemplar desde las alturas la insignificancia de los seres humanos y sus vehículos a motor a vista de pájaro. Al fin y a la postre nuestra visión era desde una perspectiva divina.
Como hojas en otoño fuimos descendiendo de pocos en pocos, una vez satisfecha nuestra hambre visual por la naturaleza, por la pista que nos iba a llevar hasta
Torla. Descenso rápido, pero precavido. La pista tenía muchos tramos con piedras sueltas y, además, alguno tuvimos la suerte (mala) de bajar tras un convoy de 4x4 (dieciséis) de todoterrenos belgas y tragar más polvo que paja. Alguna parada más en el descenso, quién quiso y quién pudo:
Ermita de Santa Ana,
Barranco de Diazas, etc. Vamos que para la próxima habrá que llevar un par o tres de
Luises Tirados para que vayan con varios grupos y ninguno nos perdamos su sapiencia naturalista. ¡Qué sería de nosotros sin pararnos a admirar las
Coronas de los Reyes y demás fauna y flora endémica pirenaica y sus locos seguidores.
Una vez abajo, sobre el puente del
Río Ara, último reagrupamiento para entrar en calor y dejar documento gráfico de todos los participantes con el inmarcesible, incomparable e inefable fondo pirenaico detrás de todos nosotros.
Y eso es todo amigos... bueno no. Aún quedaba el último susto. Bueno, dos últimos sustos:
El primero, el paso de la benemérita y toque de atención por no llevar la máscarilla correctamente ajustada. No sé si por peligro de contagio o porque alguno somos muy feos como para ir con la cara al descubierto.
El otro susto estaba unos metros más adelante, unos 400 metros de asfalto con un 18% de desnivel para llegar desde la ribera del
Ara hasta la carretera, que ya sí nos llevaría cuesta abajo hacia el punto de partida de nuestra ruta.
Hora de llegada: 7 y 38 minutos después de la salida.
Un rato largo, vamos.
Y ya con el buen sabor del deber (
¿deber o querer?) cumplido, cada uno dio buena cuenta de sus viandas y entre mosquito y mosquita, fuimos recogiendo el material y nos acercamos a tomar la cerveza de rigor de todo buen final de ruta a un bar cercano. Bueno quien dice cerveza, dice: cocacola, café, u otras bebidas no espirituosas.
Y entre trago y trago van saliendo los buenos rollos, las buenas intenciones y las ganas de seguir planificando salidas de estas que nos acercan más los unos a los otros y nos demuestran que montar en bici, no solo mueve las piernas y el corazón, sino que alimenta también el alma.
¡Gracias a Paco por tu iniciativa y tus ganas de seguir mostrándonos las maravillas de nuestra tierra a golpe de pedal! SPQR no sólo significa que
Sólo Paco Queda Rezagado, sino que también, y según
Mary Beard (clasicista y romanista donde las haya), quiere decir "
Sono Paci Questi Romani" (Están locos estos romanos), siendo los "
Romani" los "
ciclisti" que nos enfundamos a la menor ocasión nuestro maillot de rigor y salimos, llueva, nieve, haga frío o calor, viento del norte o calma chicha, a conquistar nuevas metas y nuevos desafíos contra nosotros mismos.