Crónica de nuestro compañero Valeriano Artero
uta 2/10/2021 Casino/ La cueva encantada.
El rey de la selva.
Llueve mientras estoy escribiendo. Las gotas de agua golpean el cristal con una música suave mientras quedan adheridas a él. Dibujan formas caprichosas, distorsionando el mundo exterior, haciendo la vez de lente, hasta que se precipitan en locas carreras descendentes. A mi nariz llegan olores a tierra, a campo y a bosque mientras mi mente se inunda de recuerdos pero hay uno en especial, uno que se ancla en mi cabeza, repitiéndose una y otra vez. El cuento de por qué es el león el rey de la selva, te lo contaré al final de esta narración.
Catorce en esta ocasión. Ese fue el número de los convocados a esta fiesta, esa fue la cantidad de leones que conquistarían esta ruta, sin mayor ambición que ser ellos mismos, sin otra pretensión que la de no defraudar, sin otra actitud que la sana camaradería . Entre los presentes se encontraban Leo y su hija Paola . Sabemos que ya es poco tiempo el que le queda a Leo por estar en España, que pronto volverá a su casa y desde aquí quiero decirle que se le echará en falta. Alfredo pura bondad y simpatia Javier L , renegando como siempre y acabando la ruta como nunca. Quintín, discreto y poderoso. Javier E , un hombre magnífico , al que hacía unos días que no veíamos y al que siempre es un placer reencontrar. Humberto , el cual , poco a poco , se ha ganado un hueco en el pelotón y en nuestros corazones. Le acompañaba Miguel, un hombre integro y que todavía está buscando su espacio en el grupo, tranquilo, aquí eres uno más. Javier T con esa sonrisa imborrable en su cara y hoy quiero hacer una mención especial, por que la ocasión lo merece sin duda. Nos acompañó Chelis, el magnífico Chelis, grande donde los haya y alguien también muy especial. Vicente hacía tiempo que no venía, se ha puesto muy fuerte y aprovecha cualquier ocasión para salir con sus amigos de Loscos. Personalmente me alegro sobre manera de compartir mi tiempo con estas dos grandes personas, con estos amigos de corazón. Vicen trajo a su vez a un conocido suyo. Respondía al nombre de Félix, portaba una bici eléctrica y mi amigo me juró y perjuró sobre lo fuerte que este hombre llegaba a estar. Ya cerrando el pelotón José H. Alma y fundador de este grupo y casi de BTTZaragoza y por último este que escribe estas líneas y siempre su seguro servidor.
Arrancamos con prestanza, No se mostraba esta como una ruta especialmente dura, pero queríamos llegar, eran muchas las ganas y así no hay quien detenga a estos ciclistas , así pues , en marcha.
Escoltábamos al río Ebro por su rivera. Admirando su verde hasta alcanzar la pasarela del bicentenario. Junto a nosotros unos compañeros del pedal, con maillot amarillo y negro y que llevaban una ruta parecida a la nuestra. Se hacían llamar los “Bicibirras” , grupo al que por una de esas casualidades del destino , conozco un par de sus componentes y que nos hicieron prometer que una semana de estas compartiríamos ruta. Así pues ya podéis imaginar qué es lo que toca.
Marchábamos siguiendo el track, como corresponde y, después de dejar atrás la finca de la Alfranca, hallamos en el camino un letrero, perfectamente claro esta vez, y rezaba “Caza mayor, prohibido el paso”. Ante tales argumentos no tuvimos más remedio que desviar nuestra marcha. Abandonar el track primigenio e improvisar, buscando un nuevo rumbo , orientados esta vez por el toro de Alfajarín. El grupo unido y entre amenas charlas , avanzaba sin sentir, pedalada a pedalada ganando el terreno. Veíamos cerca el mencionado toro hasta que llegamos al lugar donde arranca la subida.
Bien es cierto que no es muy larga , que no es tampoco incómoda porque se sube por la antigua carretera, pero que hay un par de puntos en el que la cuesta pincha también. Su inclinación llega a ser tan prominente que pedalear se vuelve una pequeña agonía, superando el desnivel hasta llegar a las antiguas instalaciones del Casino.
Todos llegamos arriba, nadie se rindió. Ya en el lugar pudimos constatar el abandono que sufre. Algo en el ambiente todavía susurraba sobre sus pasados días de gloria, pero ahora mismo yacía muerto como una ballena varada en la costa. Aprovechamos el tiempo, sobre todo los compañeros que no habían estado anteriormente, para hacer un pequeño recorrido, realizar alguna foto y explorar el lugar. Como cuando de niños lo hacíamos, jugando y corriendo aventuras.
Repusimos fuerzas e hicimos unas pocas fotos de grupo para , enseguida, salir ya que todavía nos quedaba otro hito por visitar, la cueva encantada.
El camino que se encuentra detrás del polígono La Noria marcaba nuestra ruta mientras a nuestra derecha se dibujaba una imponente pared de piedra. Al poco trecho, un pequeño cartel de madera marcaba el camino que debíamos tomar, por dónde desviarnos para alcanzar nuestro objetivo.
El terreno se convirtió en una angosta senda, dibujando constantes sube y baja , en una garganta que impedía ver nada más allá de una pequeña porción de cielo. Unas dianas nos flanqueaban, sabido es que este espacio es utilizado para practicar tiro al arco, pero que en el día de hoy no se encontraba a nadie en esta actividad, gracias a Dios también hay que decir...
Paramos en el lugar en el que creíamos que estaba la dichosa cueva, pero tengo que decir que me equivoqué, que no era ese, que las lomas se me hicieron todas iguales y me llevaron a la confusión , la cuestión es que , debido a esto, no encontramos el lugar. Podéis imaginar el cachondeo que llegó a haber. Las risas eran interminables, sobre todo entre aquellos que aseguraban que la visita a la cueva había sido lo mejor de la ruta... bueno, en otra ocasión la encontraremos. Así tenemos la escusa perfeeta para volver.
Iniciamos el camino de regreso, con todos los compañeros todavía muy enteros. Se estaban haciendo l,as cosas bien, claramente , y así no se quedaba nadie rezagado. Nos llegamos a Zaragoza deseosos de tomarnos una cerveza, de compartir ese mágico momento donde se repasan las mejores jugadas, donde cada uno aporta lo mejor que tiene y donde , como siempre, nos emplazamos para la siguiente ocasión.
Andaba el león dormido y es por eso que los demás animales aprovecharon para discutir sobre el por qué era el el rey de la selva. Discutían animosamente , alguien dijo “pues por su velocidad no es, por que el guepardo es mucho más rápido”, otro animal desde algún lugar dijo a su vez “ pues por su fuerza tampoco, por que el elefante es mucho más fuerte”, así seguían argumentando una y otra vez, alguien repuso “pues por su inteligencia tampoco, el mono es más inteligente que el”.
Y cuando el león despertó de su siesta todos pudieron darse cuenta de por que era el rey...
… Por su actitud.
Voy acompañado de leones, esa es la verdad.
Gracias mil por tu tiempo, querido lector.
V.