Ruta 03/06/2023 Antibarro con el Ritmo.
El arte de vivir.
“... Pues un mismo suceso que en una cabeza ingeniosa es representado de forma interesante queda reducido a un insulso episodio de la vida cotidiana cuando es captado por una cabeza vulgar.”
Arthur Schopenhauer.
Hay ocasiones en las que elegir una ruta adecuada se convierte en una odisea, en una de las pruebas de Ulises antes de regresar a Ïtaca. Llevábamos días con amenaza de intensa lluvia. Esto condicionaba sobre manera nuestras opciones , incluso dejaba en el horizonte la posibilidad de que la quedada llegara a ser suspendida. Pero vamos, que estas cosas pasan a veces, no será la primera, ni probablemente la última ruta que Aemet nos llegue a estropear.
Elegimos una anti barro, la verdad de las varias que tenemos. No era un track duro, pero no importaba, aquí en el Ritmo priman otras cosas y la primera es pasarlo bien.
En el punto de reunión , en esta ocasión , catorce ciclistas, dispuestos a comerse el mundo. Ibán acudía cargado de sabiduría. Detalles que podrías pensar que le habían pasado inadvertidos y que resultaba que no, hombre observador. Hacía cierto tiempo que no veíamos a Ruth, venía cargada de optimismo y deseado soltar lastre de su trabajo en Valladolid. David S que se encontró más fuerte de lo que cabría esperar, a este hombre le queda nada y menos para ponerse a la altura. José Luis, cabal donde los haya se ha ganado un hueco en el pelotón y en el corazón de más de uno del grupo. Pedro G en su línea, discreto y sabio como nadie. Javier T , parte fundamental de esta grupeta. Manu, alegre, sincero y ,desde que tiene la bici eléctrica, casi insuperable. Alberto preparado para cualquier nueva aventura. Francisco, grande donde los haya , persona franca, de esas que te miran a los ojos al hablar. Luisete , después de demasiado tiempo, tengo que decir que en este grupo se le tiene un cariño muy grande. José Ignacio, le pasa un poco como al Guadiana, que aparece y desaparece, pero siempre puedes contar con el. Sorpresivamente Dani, conocido como Inad, no hay mucho que pueda decir sobre el, siempre es un honor pedalear a su lado y , cerrando filas, como siempre y como no, este que firma las crónicas.
Arrancamos saliendo desde la antigua piscina Sindical , en la que los mosquitos estaban haciendo de las suyas. El grupo rodaba ágil y , gracias a que la mayoría tenían el track, sin mayores inconvenientes sabiendo hacia dónde había que ir en cada momento. Un cielo gris cerraba las alturas, sin dejar ninguna parte al brillante sol, amenazante y siniestro como si un cuervo se posara en la rama cerca de tu ventana. El azar iba poniendo un compañero u otro a tu lado, David marchaba atento ayudando al grupo, sumando dentro de sus posibilidades. Mantuve una charla más que interesante con Ibán, tanto es así que llegó incluso a sorprenderme lo cabal de sus conclusiones. A veces las personas más calladas poseen las mentes más ruidosas , como dijo Stephen Hawking.
Compartí gran parte del recorrido con Francisco, me comentó sobre la importancia del inglés en su vida y , de alguna extraña manera, como llegan a confabularse los astros, a funcionar todo ese extraño engranaje entre la serendipia y el efecto mariposa, llegando a dirigir tu vida a lugares a los que nunca habrías imaginado llegar. Mantuvimos, como es costumbre , una buena sesión remember. Afloraban a nuestra cabeza músicas ya olvidadas e incluso tonadillas de series que veíamos de niños, en un mundo que ya no existe más que en nuestro recuerdo.
El arte de vivir.
José Luis aportaba mucho más por su parte. Pastoreaba al grupo, manteniendo alta la moral, repartiendo de esos consejos tan sabios que posee y , por supuesto, con ese sarcasmo socarrón que maravilla a todo aquel que lo conoce un poco. Manu venía haciendo un esfuero extra , salía de trabajar de noche y acudía del tirón, a mi estas cosas me dan un poco de miedo, pero ahí estaba, dispuesto y peleón.
David me comento que si pasábamos por Pinseque podríamos parar en el Casino y que allí una ronda correría de su cuenta. La verdad que miel sobre hojuelas, en algua parte había que parar a hacer la foto oficial y a reponer algo las fuerzas. En este lugar Inad siguió marcha, acuciado probablemente por la hora o tal vez por que el cielo se mostraba más oscuro cada vez.
Muchos tomaron un café, otros una barrita o un plátano, Todos tuvimos un pequeño tiempo de asueto y relajo , la obligada foto de grupo y , antes de darnos cuenta , estábamos en marcha otra vez. Volvíamos ya hacia capital, por un terreno en su mayoría asfaltado. Caminos secundarios que ya nadie usa, más allá de cuatro locos en bicicleta como nosotros. Todo iba bien, muy bien, ya que incluso íbamos adelantados a la hora, al menos hasta que el cielo se abrió.
Fue poco tiempo, unos quince minutos tal vez veinte, pero llovió. Ya andábamos por Monzalbarba, es decir, nos quedaba muy poco, pero estaba apretando y esto obligó al grupo a parar un instante y , aquel que fue previsor, a ponerse el chubasquero. Enseguida reanudamos marcha, a la sindical, después de perder a Luisete que, según dijo , acudía a visitar a unos amigos a los que había llamado y que si que se encontraban en el lugar. El resto disparados al bar.
Allí ya había dejado de llover y , aunque el cielo se mostraba como el negro crespón de un luto, nos respetó. Sucedió algo que hacía tiempo. Esa especie de magia , que a veces pasa. Un ambiente de sana camaradería, distendido y plagado de bromas. En definitiva, tan bien se estaba que en realidad ninguno quería marchar. Esas cosas son las que merecen la pena, las que me ayudan a seguir luchando y las que ponen alas a estas letras motivando imágenes que son difíciles de explicar.
Y de pronto llegas a una edad donde solo buscas tres cosas. Paz mental, lealtad y que no te hagan perder el tiempo.
Ese es el arte de vivir.
Muchas gracias querido lector.
V.