Ruta 24/07/2021 La Alfranca
Lo efímero.
Todo en esta vida es temporal. Si las cosas van bien disfruta y si las cosas van mal , no te preocupes, no van a durar para siempre tampoco.
Y no te olvides de soñar.
Muchos fueron los factores que convergieron este día y, de tal manera , condicionaron tanto la ruta como todo lo que acontecería después y , aunque parezca que fue una ruta sencilla, sin complicaciones, entre amigos, puedo prometerte querido lector que tan ávidamente devoras estas líneas semana tras semana , que acabó resultado duro, muy duro. De tal forma que todavía resuenan ecos incansables en mi cabeza, reviviendo como en el más puro infierno, las escenas una y otra vez.
Pero vamos a lo que nos importa de nuevo, viajaremos juntos paso a paso y podré mostrarte qué ocurrió , serás mi confesor y mi cómplice, vamos allá.
Ofrecimos una ruta tan sencilla por que teníamos planeada para el Domingo una salida conjunta con nuestros amigos del C.C. Pinseque y , claro está, teniendo que mantener el pabellón alto , más valía tomarnos un Sábado tranquilo. Se planteó de esta manera y , en contra de lo que pudiera parecer, con la sana intención de no defraudar a nuestros compañeros. Son muchos los que sólo pueden salir en Sábado, los que disfrutan con nuestra compañía de la misma forma que lo hacemos nosotros de la suya. No podemos de la noche a la mañana dejarlos vendidos, esa es nuestra opinión , podríamos decir nuestra forma de actuar. En el foro había apuntado un número bajo de participantes pero, siendo esto el Ritmo, eso es algo de lo que no te puedes fiar nunca , acabamos siendo ocho los corredores que acudieron a la llamada, a esta sencilla ruta, a esta vuelta sin complicaciones, a este dulce que resultó envenenado.
Acudió Luisete que andaba afanado en ajustar no se qué de su bicicleta, Javier E y su saber estar, una persona memorable, íntegra de los pies a la cabeza, Gorka que demostraría más adelante su magnífica actitud y su comportamiento intachable, de esos que hay que comentar forzosamente, José H llegó justo de tiempo, casi tarde, le salvó esos breves minutos de cortesía que esperamos siempre, por si los acasos, Álvaro al que vemos ocasionalmente y que nos regaló su preciada compañía. Un par de nuevos acólitos esta vez, Javier , rezumando potencia y saber estar, un hombre de mediana edad, afable y simpático y con sus ideas muy claras y Yoli, Yolanda se mostraba como una chica joven y simpática, decidida a probar un día de ruta con nosotros, a compartir una jornada de deporte y diversión, de compañerismo, de buenos amigos, de los de verdad, de esos que puedes mirar a la cara y saber que están pensando por que nunca te van a fallar. Eso es el Ritmo, ese es su espíritu.
Arrancamos pues al punto, encaminando nuestros manillares por toda la vera del Ebro, lo que se conoce como el Soto Cantalobos. Vencíamos su recorrido mientras compartíamos alguna charla y alguna chanza. Gorka y yo hablábamos sobre las maravillas del norte español, de lo bien que se come y de lo bien que se está por allí. Marchábamos esquivando los ocasionales usuarios de este camino. José H se afanaba como siempre en sacar fotos, en grabar videos para esas ediciones que el realiza, que tanto trabajo y tanto esfuerzo conllevan. Atravesamos la pasarela del Bicentenario... está bien, el puente verde. Continuamos hacia la Alfranca sin dilación, Yolanda confesaba que ella estaba acostumbrada a llegar tan sólo a la Cartuja así que en cierta forma esto era desconocido para ella. Todos rodábamos a las mil maravillas, llevamos demasiados kilómetros juntos para no saber que hacer en cada caso, incluso Javier, a pesar de ser su primera vez con nosotros , se mostraba ágil y dispuesto en todas las maniobras, haciendo gala de una gran predisposición. Incluso llegó a comentar “que fuerte está este hombre” cuando vio a José pegar un apretón y adelantarse para hacer unas tomas. Yo le dije que más fuerte que lo que pudiera parecer de forma cordial y animada, ignorante de todo lo que todavía estaba por acaecer.
Nos acercábamos ya a las proximidades de las piscinas de Pastriz, en ese tramo en el que han depositado una grava negra en el camino cuando se desató el caos , todo sucedió rápido, en un instante, de forma tan veloz que...
… incluso ahora en la distancia no llego a asimilar todo lo que pasó.
Marchábamos esta vez José y yo en cabeza, decidiendo que nos meteríamos a visitar el Soto Escondido . Yo andaba explicando la situación mientras el conducía su montura con una sola mano ya que en la otra llevaba la cámara y grababa al pelotón. Se acercó Luisete como una bala, firme, decidido a coger el aparato y tomar el algunas imágenes. Alcanzó a Jose, incluso lo rebasó ligeramente, no se si tocó la bici de nuestro compañero o bien le hizo un extraño en ese suelo tan incómodo, lo cierto es que acabó apoyado su peso sobre la mano que José sostenía el manillar, los dos hicieron un rápido quiebro y dieron con sus huesos en el suelo. El problema fue que , en su caída se cruzaron en mi camino, justo delante de mi, sin darme tiempo ni a reaccionar ni a nada. Justo me vino para soltar las calas y hacer un amago de frenada, fui al suelo con ellos, o más bien sobre ellos. Caí sobre José, si no en su totalidad si en la mayor parte, di con mi rodilla en el suelo lo mismo que con mi mano derecha a la par que mi espalda pedía socorro por el gesto tan extraño que acababa de realizar. El dolor se sintió intenso y sordo, dentro de las entrañas. Salí de ahí tan rápido como pude, consciente de que no era yo quien se había llevado la peor parte. José presentaba profundas y múltiples heridas, mientras Luis perdía la orientación y se ofrecía boca arriba en el suelo, apènas consciente, con heridas en su brazo, muslo y con toda probabilidad alguna parte más,
Levantamos a José que sangraba profusamente por su brazo, apartamos a Luis del medio del camino, pedí agua para limpiar sus heridas de la tierra acumulada. Cuando conseguimos rehacernos y realizar unas primarias curas de urgencia ofrecí a Javier E y al resto de compañeros la posibilidad de acabar ellos la ruta, yo , de manera innegociable, volvería con los heridos para ayudarles en lo que hiciera falta, aquí nadie se queda sólo. Pero la respuesta fue unánime, sin atisbo ninguno de duda, sin alterarse todos respondieron que no, que como fuente ovejuna, donde iba uno iríamos todos.
Es indescriptible el sentimiento que albergo sobre aquella situación que tan fortuitamente se dio. Todos a una , incluso los nuevos, todos a una.... suspendimos la ruta y volvimos a casa con toda la prontitud que nuestros compañeros podían permitirse. Llegando a capital marcharon al hospital, a que les curaran e hicieran alguna radiografía. Los demás quedamos a tomar una bien ganada cerveza, a hablar un rato , a cambiar impresiones y a relajar los nervios después de lo acontecido.
Hoy no habrá reflexión más allá de decir que el Ritmo brilla, que siempre lo ha hecho y que siempre lo hará . Quiero aprovechar estas líneas para enviar un profundo abrazo a nuestro compañero Javier L, acaba de fallecer su suegro y le están tocando pasar unos duros momentos, ánimo amigo y mucha fuerza. A todos los demás agradeceros vuestra participación , a los que no pudisteis venir ya sabéis que estamos esperándoos ansiosos del reencuentro y a nuestro compañero Mohicano gracias por organizar esa ruta de hermanamiento que en esta ocasión no pudo ser.
Gracias por vuestro tiempo insisto, y por vuestra dedicación,.
V.