Ruta 26/06/2021 Subida a la Muela por los pinos.
Soñando despierto
«Todo gran sueño comienza con un soñador. Recuerda siempre, tienes dentro de ti la fuerza, la paciencia y la pasión por alcanzar las estrellas para cambiar el mundo» .Harriet Tubman.
Llevamos unas jornadas, unas cuantas en realidad, en las que el clima se muestra favorable . Nos regala mañanas encapotadas, sin sol que nos castigue, totalmente anodinas, sin viento ni nada destacable...
… lo que bien pensado es una ventaja.
Total que , entre pitos y flautas nos juntamos ocho a esta ruta, si bien es cierto que cada uno en un punto, de una forma que pudiera parecer un poco desordenada, pero bueno, nos amoldamos siempre a lo que mejor venga a los compañeros. En la fuente de los Incrédulos cinco. José H, Chelis, Alfredo, Javier L y este su seguro servidor. Un poco más adelante se nos uniría Oscar e incluso un poco más allá Luisete y Diego. De esta forma completamos el número. Albricias de recuperar a Alfredo, de verlo con las pilas recargadas y con la disposición adecuada después de haber luchado contra sus propios demonios. Fuerza y valor querido mío.
Marchábamos ya por el canal, encaminando nuestras monturas en dirección al parque de Plaza, arribando cada vez más cerca de la Muela que se mostraba como nuestro destino postrer. Mi intención había sido desde un principio darle un nuevo color a la ruta, a esta marcha, y realizarla por caminos que si bien ya conocíamos, eran poco frecuentados por nosotros. Sobrepasamos el mencionado parque, entre charlas animadas. Llegué incluso a pensar que no llevábamos el ritmo adecuado, pero todos sabemos que eso en este grupo no importa demasiado, todos sabemos que aquí se hacen los deberes, pero también se priman otras cosas. Abandonamos las rotondas de Plaza para entrar, para encontrarnos con lo que sería nuestra terra ignota en esta ocasión. Parte de los caminos se mostraban plagados de cardos, obligando a marchar con toda la precaución, con todos los sentidos para evitar una más que dolorosa topada con estas plantas. La mañana continuaba ofreciéndose ideal para pedalear. Un cielo cubierto de nubes que por una parte podrían amenazar lluvia pero que por otra nos estaban dando una más que cómoda mañana. Quiso el destino esquivo que nos saliera al paso un cartel que rezaba que a partir de ese punto estaban en zona de caza. Tomamos la decisión más correcta que fue evitar aquel paso, inventar un rodeo para retomar el track y mantenernos seguros fuera del alcance de los cazadores, evitando importunarles. En este impas nos llamó José Sanlo, que venía a nuestro encuentro, que se hallaba en el quinto demonio pero eso, que acudía. Le di unas instrucciones para que nos alcanzara, pero no llegamos a entendernos. Le indiqué que habíamos pasado la zona en la que se encuentra un camping o campo de golf o no se que demonios es eso, mientras el, totalmente comprensible por otra parte, debió asociarlo con la idea de camping Boalar, probablemente por que se hallara cerca de la base Aérea y una idea llevó a la otra. Total que quiso el demonio liarnos y acabó lejos y con una rueda pinchada.
Como me duele este final , estimado José Luis, para mí hubiera sido ideal el que nos encontráramos y completar la ruta con tu compañía, es más José H manifestó que si hubiera sido necesario habría ido a buscarte. Como digo a veces las cosas se tuercen.
De esta forma alcanzamos la subida a la muela.
Esta cuesta nos puso a cada uno en nuestro sitio. Al instante Alfredo y Diego desaparecieron haciendo gala de su poder. Chelis optó por algo parecido , José H , Oscar y Luisete …. a estos podía verlos no demasiado lejos de mí pero siempre por delante, yo, como es habitual , en tierra de nadie y , cerrando la comitiva en esta ocasión Javier L que se afanaba, se esforzaba por seguir la marcha, escoltado en ocasiones por José y en otras por mi. Al punto pensé que nos veríamos arriba de todas las formas, así pues decidí dar lo mejor de mi, apretar todo lo que pudiera. Conseguí acercarme a Oscar, este rodaba ágil y fuerte, decidido hacia arriba, bien es cierto que no lo alcancé. Así hasta que coronamos la cima uno detrás de otro.
Ya arriba un breve descanso, un respiro, reponer algo de fuerzas , la foto de grupo y el lugar donde lamentablemente el grupo se dividió. Chelis tenía que volver a casa, a velar por su esposa que no se encontraba muy bien. Luisete y Diego también volvieron, el tiempo les apremiaba por lo que nos contaron y los que quedamos decidimos ir a echar un bocado, a almorzar vamos, en un bar en las cercanías. Un ágape mágnifico, disfrutado en una terraza, con una buena sombra y mecidos por un leve viento mientras unos pajarillos nos cantaban una nana. Por poco más y no me voy del lugar, bien es poco para el estado de relax y de paz que encontramos allí. Javier a mi izquierda daba buena cuenta de un bocadillo tremendo y una jarra de cerveza, un poco más allá José hacía lo propio con unos huevos fritos, mientras se planteaba seriamente si pedir otra jarra porque la primera se le estaba haciendo corta. Oscar se afanaba callado en esta ocasión, con sus boca llena, con miradas furtivas entre uno y otro pero dando buena cuenta de sus plato. A mi lado Alfredo con un discreto café y con una sonrisa de oreja a oreja en su cara, participando de todos los comentarios, chistes y chascarrilos. Así vivímos nuestro sueño esta vez, soñando despiertos, tocando el cielo.
Iniciamos la vuelta con los estómagos satisfechos, el camino se mostraba indolente pero no por su dureza si no por que cada bache hacía rebotar nuestras llenas tripas , tengo que decir que yo almorcé por solidaridad, que lo mio fue un puro sacrificio... por acompañar a mis amigos vamos.... espero que estas últimas lineas hayan sonado reales por que si no lo han hecho puede que sea por que no lo son.
Nos llegamos a Zaragoza, el día no podía haber sido mejor , aunque hay que apuntar que a estas horas las nubes ya no pudieron sostener más al sol y empezaban a abrirse , el calor se mostraba ya de la forma propia que merece esta estación, pero por suerte ya tocábamos casa.
Incluso una última coca cola para recuperar algo de líquidos , una pequeña charla y a partir de ahí si, cada mochuelo a su olivo.
Todo gran sueño comienza con un soñador, y nosotros , soñando , conseguiremos cambiar el mundo.
Gracias.
V.