Ruta 29/05/2021 Sendas de Juslibol y Lecheros.
La cosecha
“ Les refirió otra parábola, diciendo: El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero mientras dormían los hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue .Y cuando salió la hierba y dio fruto, entonces apareció también la cizaña.
Vinieron entonces los siervos del padre de familia y le dijeron: Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene cizaña?
El les dijo: Un enemigo ha hecho esto. Y los siervos le dijeron: ¿Quieres, pues, que vayamos y la arranquemos?
El les dijo: No, no sea que al arrancar la cizaña, arranquéis también con ella el trigo.
Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Recoged primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla ; pero recoged el trigo en mi granero.”
Mateo 13:24-52
Hemos vivido tiempos convulsos, difíciles en extremo. Donde la envidia, la mentira , el victimismo y la difamación hicieron estragos en nuestras filas. Ha sido duro, muy duro; pero aquí se halla de nuevo El Ritmo, volviendo a las andadas, rodando de nuevo y recuperando un espíritu que en realidad nunca había desaparecido, tan sólo se durmió aterrorizado de los acontecimientos. Entre nuestras lineas hay compañeros, dispuestos a entregar lo mejor de cada uno, a pasarlo bien, a hacer grande este grupo que no es más que cada uno de los componentes unidos para formar un todo. Eso es lo que siempre ha hecho grande al Ritmo. Esa es la razón por la que persiste, por la que nunca morirá.
Hemos llegado a una incipiente Primavera. Algunos días incluso se manifiesta ya como un Verano, llegando a superar los treinta grados cualquier jornada. En el día de la fecha se mostró benévolo. Un tiempo ideal para pedalear, sin sol achicharrante, sin viento ninguno, todo a favor. En el punto de reunión, el Azud del Ebro, trece participantes, de todos los tamaños, de todos los colores, de todos los niveles. Entre los presentes St José Luis, un hombre que cuando yo me incorporé a BTTZaragoza el ya era veterano. José H que al final , haciendo un ímprobo esfuerzo , pudo venir a disfrutar de esta salida, David alias “el Mohicano” miembro de este grupo y del que nunca hubiera debido faltar ni un sólo día. Chelis , todo corazón, todo armonía, me alegro mucho de haberte reencontrado. Una de las últimas adquisiciones del Ritmo, proveniente de otro club, un tío íntegro, de esos que se visten por los pies, José Sanlo, nunca le falta una sonrisa en la cara.
Incluso alguno nuevo, el poder de convocatoria de este grupo siempre me sorprende. Humberto, un hombre enjuto, alto y amable que disfrutó la jornada como un chico pequeño. Lo que digo, en total trece entre habituales y otros no tanto, en cuanto llegó la hora nos pusimos a rodar.
Atacamos con prontitud las sendas que se encuentran detrás de la zona Expo, La naturaleza nos envolvía y nos daba cobijo. Una auténtica explosión de verde y de vida nos rodeaba, nos mimaba como una madre, colmándonos a caricias a nuestro paso. El grupo marchaba partido en dos subgrupos “burbuja”. Abriendo filas, el primero, St José Luis, cerrando yo y José H revoloteando de principio a fin, tomando fotos y vídeos por cada parte que pasábamos.
Los pajarillos de mil especies trinaban potentes componiendo una melodía imposible de igualar. El aire acariciaba nuestros cuerpos como el cálido y amable beso de una novia. Los chistes y chascarrillos se sucedían en el pelotón. Se nota cuando las personas se lo están pasando bien, se nota cuando la gente es feliz.
Enseguida llegamos a la ribera del Ebro y encaminamos hacia Juslibol, allí nos esperaban otro buen trecho de sendas , pero oh, infortunado destino. El camino se hallaba cerrado por una valla, con un tremendo cartel de propiedad particular, por no meternos en líos y mostrar la profesionalidad de la que siempre hemos hecho gala (esta gente tiene un master en educación) volvimos atrás nuestros pasos para buscar por dónde recuperar el track.
Ya en los galachos, cabe recordar que es un área protegida, los caminantes disfrutaban de tan magnífico entorno. Grupos familiares de paseantes que, de forma distendida charlaban y se propiciaban mutua compañía. Salvamos aquel trecho y nos dirigimos a el barranco de los lecheros.
Aquellas sendas se mostraban preciosas, como en pocas veces he tenido la ocasión de disfrutar, una explosión de Primavera se abría ante nuestros ojos y , debido a lo desconocido del lugar, nos regalaba una pequeña porción de mundo para nuestro exclusivo disfrute, una pequeña terra ignota que nos obligaba a marchar en fila y que nos aislaba del resto del planeta. Al final del tramo, es obligado decirlo, un charco de barro que nos obligó a echar pie a tierra y que, por alguna razón , cargo mis ruedas de barro hasta convertirlas en las de un tractor. Creo que esto es un descubrimiento que he hecho en lo referente a este mundo BTT, ruedas de barro quiere decir que cojen MÁS barro que el resto de las ruedas, si no no me explico.
Seguimos hacia una zona que todos conocemos como “las colmenas” y que bordea el campo militar , se pueden observar unos carteles que rezan: “Zona de repoblamiento” y “Zona militar, prohibido el paso” . Tornamos nuestro rumbo ciento ochenta grados, para volver a encontrar la ribera del Ebro, para volver a hallar otro buen trecho de sendas, fáciles y amables, por las que circular de nuevo. Indiqué a José Luis que , cuando viera un sitio que le gustara, hiciera un alto, para la foto y para el tentempié . Este hombre tiene la zona más que trillada, se la conoce como la palma de su mano y encontró un lugar ideal. Guardando las distancias necesarias, el coronavirus maldito todavía está aquí, todavía es peligroso, repusimos fuerzas, nos tomamos alguna magnífica foto y se lanzaron al aire propuestas para próximas quedadas. Tras un breve descanso continuamos marcha.
La ruta empezaba a tocar a su fin. Nos llegamos a las sendas del Soto de Alfocea. Los compañeros las enfrentaron con alegría, son incansables estos demonios del desierto. En cierto aspecto pude ver niños de nuevo, lo juro. Soy consciente de que todos somos hombres ya talluditos, ya tenemos cierta edad, unos más que otros, pero ahí estamos; sin embargo podría jurar con mi mano sobre la Biblia que vi niños, por el rabillo del ojo los pude ver. Gritaban alborozados, hacían carreras por una u otra senda, se reían y se picaban mutuamente , que si “.. yo primero, yo primero..” a un “es por esta senda...” Gloria bendita ver gente así, gloria bendita que te acompañen personas así.
Entre unas cosas y otras nos llegamos al Actur, donde Chelis nos llevó a un bar (la rueda creo recordar que era su nombre) , donde un buen grupo de amigos nos tomamos unas cervezas e incluso unas raciones de papas bravas a la salud de mi próximo cumpleaños.
Gracias por tu tiempo, querido lector.
P.S. Repetir una mentira mil veces no la vuelve verdad.