BTT en Zaragoza

Bravo Pascual

Ruta 15/02/2020

La sabina milenaria.

“Desde lo alto de estas pirámides cuarenta siglos os contemplan”. Napoleón.


Primero de todo quiero decir, por que es menester, que tras unas líneas tan magníficas como las que ha escrito Pascual poco queda por añadir. Agradecer su arte y su buen hacer para, de una forma tan suscinta, acertar con sus palabras , dejando finalizado un dibujo al que pocos retoques se le pueden hacer ya. Gracias maestro.

Poco a poco el río vuelve a su cauce, los echos se van sucediendo hasta que , de manera inevitable, todo retorna a la normalidad , a lo que nos es habitual. José H vuelve a salir con nosotros ya recuperado de su caída, Luisete a su vez de una fascitis en su pie. Pascual tras su periodo de hibernación y , como no puede ser de otra forma, un puñado de nuevos acólitos que se van sumando , haciendo grande al grupo en todos los aspectos. De esta forma Fernando realizó su segunda salida con nosotros y Neme su primera. Te esperamos en más ocasiones .

En el Azud del río Ebro nos juntamos diecisiete almas que más tarde, en Santa Isabel con Gocha , seríamos dieciocho. La mañana comenzó fresca pero con un cielo azul intenso. El aire ya quería oler a primavera y los almendros, que aprovechan el mínimo resquicio de luz, mostraban sus flores aún a sabiendas que el invierno no ha acabado. Arrancamos pues siguiendo la trazada del río Gallego, hasta Santa Isabel y después un poco más. Cercanos a Montañana y de allí a Villamayor . Junto a el cementerio de la localidad comenzó la subida. Andábamos con calma, en un ambiente distendido y recibiendo siempre la ayuda de grandes como Paco, José, Vicente e incluso Arturo. Como dije en su momento , salir con este hombre es una garantía.

Cada uno cogió su ritmo, ascendiendo aquel trecho conscientes de que sólo era el principio de todo lo que nos quedaba por subir. Si bien esta ruta no presenta grandes desniveles, es un recorrido de esos que llaman “rompepiernas” tanto a la ida como a la vuelta, haciendo que se carguen los músculos , llevando el esfuerzo a su último significado , incluso llegando al dolor. Pero sabido es que nada es gratis y que para llegar a donde queríamos , en esta ocasión, este era el peaje que debíamos de pagar. Nadie albergó ninguna duda, dispuestos a dar lo que fuere e incluso más para alcanzar el objetivo. Dispuestos una mañana más , a pedalear junto a sus amigos.

El piso se mostraba caprichoso , con constantes subidas y bajadas e incluso tramos bacheados, salpicados por todas partes con unos leves escalones de piedra de yeso que te obligaban a calcular cuál sería el mejor lugar para pasar. Tras unos kilómetros de recorrido fuimos adelantados por unos todo terreno con matrícula de Francia. Unos cochecitos muy modernos y curiosos, con sus frenos de led y todo eso, pero que dejan a su paso un pestazo a gasolina realmente importante. Así cualquiera va a hacer deporte, lo meritorio sería que estos coches fueran a pedales, como esos que teníamos de chicos, así no vale.

Enseguida alcanzamos la sabina. Allí hicimos nuestra primera parada, las fotos de rigor , las barritas o plátanos y una buena tanda de chistes. La mañana comenzaba a desvelar sus propósitos, subiendo la temperatura hasta un lugar cómodo y haciendo que comenzaran a sobrar los ropajes de invierno que todavía vestíamos. Si que me fijé en un detalle, una minucia, un fragmento de todo el paisaje que se nos ofrecía en derredor. Toda aquella zona es un páramo, un lugar yermo y seco sin apenas nada más que conejos en derredor. Sin embargo no así junto a este milenario árbol. Se presenta una pequeña zona verde, todavía viva contrastando enormemente con el entorno. Llegué a pensar que esta minúscula zona, este breve oasis crecía al amparo de la sombra de la sabina, es decir, que esta evitaba que murieran abrasadas por un sol que, en los meses estivales , llega a ser terrible. Fácil es pues llegar a comprender la importancia de los árboles, de evitar la deforestación , de hacer que, de alguna manera, volvamos a tener bosques, que una ardilla pueda cruzar el país de punta a punta sin tocar suelo ya que , esta visto , que vida llama a vida.

Continuamos a por nuestro segundo objetivo, las conocidas como trincheras de los Petrusos, recordatorio de una guerra fútil que sirvió para que unos murieran a manos de sus propios hermanos. Ahora es cuando alguno dirá “... no , que si la república estaba corrupta, que si el bando nacional no se que...” seamos realistas , seamos conscientes, las guerras no sirven para mucho y , al final, paga el pato quien menos culpa tiene.

Bueno , pues para allá que fuimos. Tocamos , como bien dice Pascual, el vértice geodésico flora y desde allí , por caminos laberínticos entre aquellos tremendos aerogeneradores, buscando nuestros bunkeres. El problema es que , claro está, las antiguas trazadas, las sendas o caminos primigenios, han desaparecido, engullidos por esas máquinas que crean los nuevos caminos a estos campos de generación eléctrica, haciendo que , incluso los GPS marquen por donde no es, o por donde ya no hay paso. Sabido es que , aquí en el Ritmo, nos cuesta poco perdernos, y si aún encima nos lo facilitas borrando los caminos... que te voy a contar, momentos de incertidumbre, de reorientación pero, al final, todo se arregló, dimos con los lugares que andábamos buscando, llegamos a destino.

Tras otra parada , como es preceptivo, a nuevas fotos y visita a estos lugares, emprendimos vuelta. Intentamos seguir el track, bien es cierto, pero entre que el camino se halló cortado , con uno de aquellos carteles de batida de caza , y sumado a que la hora empezaba a apretar, decidimos salirnos de lo establecido y tomar la que con toda probabilidad sería la ruta más corta. Tanto fue así que Vicente, Chelis y Arturo, acuciados por sus compromisos, tomaron camino de vuelta a casa en solitario. El resto regresamos dibujando gran parte de los caminos que tomamos a la ida y que , como digo, nos acortaban la hora de llegada. De esta forma llegamos al bar “La Barca” que, como todos sabemos es la sede del Ritmo. Allí los que nos quedamos, reducidos ya en número, nos apretamos unas buenas cervezas e incluso unas papas bravas a las que tuvo a bien invitarnos Fernando. Muchísimas gracias hombre. Así pues, tras esto, marchamos a nuestros hogares, satisfechos, con las piernas molidas y habiendo compartido un día más una jornada de pedales .


Claro está, desde la sabina no llegan a cuarenta los siglos que nos contemplan, tan sólo a veintiuno, pero creo que ya es una cifra a tener en consideración. Ahora mismo te estarás preguntando a dónde quiero llegar, cuál es la moralina de la historia de hoy. Paciencia amigo mio, creo que la conclusión llega a ser sencilla en extremo, verás. No digo que tu vida no sea importante, como la mía claro está, lo es, es importante, pero sólo para ti. Ahora mismo tendrás con seguridad los ojos abiertos como platos, pensando a este se le ha ido la cabeza. Mis hijos, mi mujer, mis hermanos, me quieren y mi vida es importante para ellos también.

No, verás, no es eso. Tu vida, lo que hagas en y con ella , es importante sólo para ti, el resto de las personas llenarán la suya, como buenamente puedan. Ten en cuenta esto siempre, tus bisnietos ya no se acordarán de ti, de tu segundo apellido. Ignorantes de si hiciste una cosa u otra, si lloraste, si reíste, si te enamoraste , si aprobaste o suspendiste, si saliste en bici o si dejaste dinero a deber. Que más les dará, bastante tendrán con llenar su vida. Por lo tanto ten en cuenta que somos efímeros y que lo que hagas , tanto bueno como malo, tiene una importancia relativa. Pierde el miedo y disfruta, que aquello que hagas es aquello que te llevarás, no otra cosa. Ríe, salta, grita, canta, se feliz.

Eso es lo que te deseo para hoy, se feliz, ahora.... y siempre.

Gracias.

V.

Bravo Vale.
No tengo palabras,cada vez lo haces mejor
AUPA

Luisete escribió:https://youtu.be/bkSjnAM3_3Y

Gracias por el vídeo, te echábamos de menos