Primera ruta del año 2020, con mucha niebla y frio.
Después de una mala noche, se levanta uno con pocas ganas de coger la bici, sobre todo si te asomas por la ventana y ves una cortina blanca de niebla.
En el punto de quedada un montón de gente, nos saludamos y felicitamos el año.
Después de charrar unos con otros, cada grupo emprende su destino, El Ritmo dirección presa de Pina.
Es bonito ver los campos con sus hierbas escarchadas, pero no tanto la niebla llorona, que en algunos tramos no nos dejaba ver a más de veinticinco metros de distancia.
Los siete destalentados, rodando al ritmo del último, llegamos a la presa, una parada, fotos y a continuar con la ruta, cuando estamos cerca del cementerio de El Burgo, nuestro compañero Chelis y Miguel R. nos piden cinco minutos para una breve visita a sus seres queridos, los demás compañeros respetamos esos instantes esperado en la puerta.
Retomamos de nuevo la ruta después de decidir subir hasta el aparcamiento de la Ermita. Desde ese puto no se podía ver la Ermita de San Jorge por la niebla, y decido subir arrastrando a los demás. Desde arriba se ve una bonita estampa digna de fotografiar, bajamos de nuevo al canal dirección La Cartuja a tomar un tentempié en el Blasco's, pero con todo lo que llevamos con estas fiestas, y lo que nos espera el próximo Domingo, decidimos abortar la misión y dirigirnos a nuestra sede a tomar una jarra.
Con esta ruta, sin apenas desnivel y pocos kilometro, por ser la primera del año, mi intención era reunir a todos los compañeros que por motivos dispares llevan tiempo sin rodar con nosotros. Otros pensaran que esta ruta era una estrategia, en cambio para mí ha sido un fracaso, pero seguiré insistiendo, no me daré por vencido.
Comente en su día que habría cambios en el RITMO, uno de ellos es un Sábado ruta corta y al siguiente ruta larga.
No quiero terminar esta crónica sin decir qué se echo en falta a Vale, Pascual, Vicente, Luisete, los 6 jinetes tenebrosos, etc.
P.D. Un fuerte abrazo para una persona que el sábado me demostró que tiene un corazón que no le coge en el pecho.