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Buenaaaaaaaa!!!! Enorme Vale. Da gusto leerte y cuanto más leo las crónicas. Más me gustan.Valetix escribió:RUTA 13/04/2019 SALADA DEL ALFAJARÍN.
“La felicidad no reside en las posesiones, ni en el oro, la felicidad habita en el alma”. Demócrito
La mañana comenzó fría, bastante fría. Iniciábamos jornada tan sólo con siete grados , no es para llevar la ropa del más crudo invierno, pero tampoco lo es para ir en bañador. A lo largo del día alcanzamos los veinte, queda demostrado pues que seguimos en esa temporada en la que hay que salir de casa con una maleta.
José H nos propuso una ruta amable, sin dificultad , que ya habíamos realizado en otra ocasión anterior , la nota de color , esta vez, fue la propuesta de realizarla en el sentido inverso al que la hiciéramos . Tengo que decir que, al menos por mi parte, así me pareció mucho más cómoda de llevar , fácil de realizar .
A las ocho y media doce ciclistas reunidos, dispuestos a pasar otra mañana pedaleando, lo discordante esta vez por mi parte, que justo a la hora de salir de casa no encontraba los guantes cortos y anduve buscándolos, lo que me hizo llegar un poquito tarde a la quedada, lo siento mucho compañeros, la próxima vez me prepararé todo con la suficiente antelación ( o bien me cogeré los guantes viejos y a correr). Entre los de siempre Pascual, dicen que la esencia se sirve en frasco pequeño, Javier que es un tipo discreto pero uno más en nuestras filas, David C veterano, gran ciclista y mejor persona, Paco Ines el humor y la atención al prójimo en un solo paquete, otro David , el apodado “Mohicano” , un tiarrón con un buen fondo increíble que sólo se ve superado por su humor y este su seguro servidor. Recuperamos a nuestro José H, decir que si bien (aunque esto es unicamente una apreciación personal) no lo veo recuperado del todo de su pierna, tiene el coraje suficiente y las ganas de dar pedales como para obviar todo eso y salir con la bici. También nos encontramos con Miguelón, grande entre los grandes y parte imprescindible del ritmo, así mismo pienso que acusa unos días en los que no ha salido, pero estoy seguro que en nada se pondrá al nivel necesario. Manolo que , en cuanto puede , compatibiliza sus horarios de trabajo con los de las quedadas para unirse y salir a dar pedales. Muchas caras nuevas, Arturo que creo recordar que es su segunda salida con nosotros y que se defiende como el más bravo soldado , que vino con su amigo Román, que si bien tira un poco menos no se achica y lucha como un gato panza arriba y por último, pero no menos importante, Mikel, su primera salida, el único que no lleva pedales automáticos, pero eso no fué impedimento para que estuviera a la altura de cualquiera. Así hasta completar el número de doce.
Arrancamos pues dirección Villamayor, pasando antes claro está por las inmediaciones de Santa Isabel, tomamos los caminos que nos llevaban hacia el cementerio de la citada localidad. Decir que “habían pasado la máquina” es el comentario que más se oyó durante el trayecto. La vía se mostraba lisa como un espejo, nuestras posaderas lo agradecieron. Cuando oigo la palabra “la máquina” acuden a mi mente dos imágenes, o bien es alguna clase de instrumento diabólico que se desplaza por esos caminos, un engendro futurista (traído probablemente de Alemania o algo así) lleno de niveles láser y de engranajes que acaban alisando cualquier cosa o bien alguna clase de apero atado a un tractor, tu eliges querido lector. Ascendimos pues por vías que ya nos son conocidas, sin dificultad apenas , apoyados por un viento que se mostraba claramente a nuestro favor. Sobrepasamos Montaña y nos llegamos hasta donde se hallan unos aero generadores, nunca deja de sorprenderme su zumbido, una vez más , por su orientación, pude ver que el aire nos iba empujando. Pasamos cerca de aquella trinchera de la guerra civil, llamada los Petrusos y arribamos pues a nuestro primer destino, la balsa de Candasnos. Como ya dije otrora, ha sido un invierno estéril, sin lluvias, sin nieves, sólo Dios sabe que nos traerá esta primavera, pero más vale que se recupere un poco porque si no nos espera un verano con algunas dificultades y plagado de mosquitos. La citada balsa se hallaba seca, he visto charcos más grandes, una pena. Tras una breve parada y un recuento a ver si estábamos todos, continuamos nuestra marcha.
La balsa de Alfajarín la hallamos en mejores condiciones, había más agua. En este lugar recordamos a algunos compañeros que estuvieron con nosotros en ocasiones anteriores. Se os echa en falta . Volvimos a Alfajarín por una cuesta abajo memorable, que acaba (o empieza, según la dirección que se tome) donde arranca la subida al toro . Desde allí nuestro destino La Alfranca. A partir de este punto tuvimos que contar con que llevábamos ya el viento de cara y esto hizo que a alguno de nosotros se le complicara la cosa. Tanto así que ofrecí mi rueda para que Miguelón lo tuviera un poco más fácil, o al menos esa era la intención, Miguelón es un tio muy grande y yo tapo muy poco. Al momento “Mohi” se dió cuenta de esta situación y me ofreció a su vez la suya, facilitando por tanto mi rodada como a su vez la de Miguel. Tocamos La Alfranca, a partir de ahí, Pascual, con toda la razón del mundo , nos indicó que el track iba por otra parte, pero tomamos el camino fácil (y creo que el más rápido) para volver a casa. Pasamos por las piscinas de Pastriz, con su centro hípico justo al lado y nos encaminamos a un recinto que hay con ganado bravo muy cerca de allí, en la rivera del Ebro y que se ha visto asolado más de una vez por las riadas. Nos dirigimos a la Pasarela del Bicentenario (también conocida como el puente verde) que cruza el Ebro y por la vía verde hasta el mismo lugar donde habíamos iniciado la quedada. Desde ese lugar, claro está , al bar La Barca, donde cayeron unas buenas risas, unas pocas cervezas y alguna papa brava para empujar.
Hay que tener muy claro cuáles son nuestras prioridades en esta vida. Hay que saber diferenciar lo que merece la pena y lo que no, lo que te hace feliz y lo que no merece un solo segundo de tu tiempo. Veo a José H, todavía tocado, pero ansioso de salir con el grupo, veo a Miguelón, veo a mis compañeros, los observo, veo su actitud, me veo a mi mismo allí , entre ellos, integrado y me pregunto dónde reside la felicidad. Yo aquí lo soy, me siento feliz, deseo que pase la semana para hacer otra quedada y acudir, pasarlo juntos, sudar, sufrir y reirme a raudales, todo junto. Yo creo que esto es la felicidad. ¿Tu qué crees que es?.
Gracias por tu tiempo estimado lector.
V.
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