NUESTRA SEÑORA DE MAGALLÓN
Hay veces que faltan las palabras para expresar todo lo que uno lleva dentro, esta es, sin duda una de ellas. Cómo podría describir las magníficas personas que me acompañaron, así como la gran ruta que realizamos en este día. Bueno, vamos a intentarlo, pasito a pasito y empezando por el principio.
El día fue fresco, no tan frio como en días anteriores e incluso en algún momento se atrevió el sol a mostrarnos su cara. Habíamos quedado a las 8.30 en el Azund del Ebro. Yo pensé que el tiempo nos iba a ir un poco justo. La marcha , a todas luces, era larga y marcaba bastante desnivel, pero bueno, contando con que nuestros ciclistas mas veteranos ya la habían realizado en otras ocasiones, seguro que no habría mas problemas. Arrancamos tal vez un poco más tarde de lo que hubiéramos debido, incluso nos dió tiempo a ver a algunos de China-Chana que quedaron en ese mismo lugar para hacer su ruta a las 8.45.
José nos iba encabezando, por un terreno que , si bien parece llano, en realidad no lo es. Había subido el ritmo consciente de que si teníamos cualquier despiste las posibilidades de llegar tarde aumentaban. Nuestro destino primero era un lugar en el que ya habíamos estado con anterioridad. Pasaríamos muy cerca del pozo de hielo de Perdiguera. Éramos pocos, sólo un puñado de nosotros, pero resueltos a darlo todo,no se puede tener mejor compañía. En un tramo del recorrido Paco Ines se situó a mi lado y fuimos conversando un ratito, el devenir de la charla me llevó a decir que yo sabía que hay tontos en todos los lados, quiero decir, hay abogados tontos, conductores tontos, albañiles tontos ( entiendase por tontos personas que no son tan amables, que hacen las cosas con segundas intenciones o no mostrando su mejor cara) y que aquí me sorprendía la gran unión que existe entre los componentes de este grupo. Como cada uno de ellos aporta su granito, como cada uno de ellos da lo mejor de si. Paco me dió una lección revelándome su versión sobre este echo:
-. Mira,, primero en la bici se sufre (me dijo) y todo lo que conlleva sufrimiento une a la gente. Segundo a todos nos gusta lo mismo, la bicicleta , tercero aquí hay libertad, es decir, como no se paga ninguna cuota y todo es gratis, se tiene la libertad de venir o no , nadie está obligado a nada y cuarto... cerveza.
Sorprendente este Paco, a veces las cosas más importantes se esconden tras las más sencillas.
Alcanzamos el pozo de hielo tras afrontar algún repecho sin demasiada dificultad, el terreno era sencillo, llano, caminos fáciles de rodar, pero no exentos de ese esfuerzo que requerían cada una de esas subidas. Llegamos a un punto que, si bien veíamos el mencionado pozo, no llegaríamos a tocarlo porque tomamos un desvío a la izquierda que nos encaminó a la ermita de Nuestra Señora de Magallón.
Yo me preguntaba cúando empezaría el verdadero desnivel , porque hasta ahora la ruta no lo había mostrado, si bien un poco antes de llegar al pozo, pero aún quedaba mucho por lo que marcaba el track.
Esta vez se situó a mi lado Sebas. Que grande es y cuanta amabilidad lleva consigo, fuimos también de charrina y entre otras cosas, a parte de todo lo que me ayudó y de lo ameno que me hizo el trayecto, me enteré que lleva 13 ediciones de la Quebrantahuesos, así tira el condenado, menuda máquina de tio. Ole tu Sebas , por como eres, por la atención que nos prestas a todos, siempre tu mano está ahí para un pinchazo o para un problema y por la devoción que le demuestras a Consuelo, ole tu.
Ya nos acercábamos a la parte mas exigente del camino, aquí empezaba el desnivel. Si bien la ruta se la recomiendo a cualquiera , no tiene ninguna dificultad técnica, pero si pide un cierto nivel de preparación física para lo que nos quedaba por venir, y si crees que no podrás,estás equivocado, lo harás , encontrando tu ritmo, pero lo conseguirás. Esta es una de esas rutas que o te matan o te hacen mas fuerte, yo voto por lo segundo.
La subida es dura, José decidió que haríamos la subida por el camino y bajaríamos por la carretera. Como digo , dura, a mi el último tramo me recordó al de la ermita de San Jorge, pero mucho más largo, pero bueno, plato pequeño , piñón grande y para arriba.
Destacar la actuación de Miguelón, le echa un par de narices el tío, si bien coronó el último, sudando y rojo como un tomate, no se rindió en ningún momento,
El lugar un paraje precioso, muy alto como digo, con hospedaje, bar, capilla.. con esa magia y ese olor a antiguo que desprenden estos emplazamientos con solera. Muy recomendable para visitar y tomar, aunque sea , un café con la parienta.
Bajamos por la carretera, como un rayo, yo en concreto y frenando , llegué a ver en mi marcador los 50 kms/h. Destacar un momento de incertidumbre que tuvimos al, siguiendo el track, llegar a un barranco que, en el lugar por donde debíamos pasar, se hallaba encharcado hasta las trancas. Tras este breve inciso y cruzando pie a tierra por donde pudimos, seguimos nuestro rumbo. Llegamos a Villamayor, allí ya se oian voces clamando cerveza, como corren los jodidos cuando llamas a la cerveza. Sin mucho más digno de mención acabamos nuestra ruta en el bar “La Barca”.
Sois grades, hasta un punto que es difícil de imaginar, nunca perdáis vuestra esencia, gracias a todos.
V.